Espai curiós: Un “Facebook” analógico de hace más de un siglo
- joventutalcoi

- hace 4 horas
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Cuando pensamos en Facebook, nos viene a la cabeza Mark Zuckerberg, Silicon Valley y el 2004. Pero la historia nos sorprende con un paralelismo inesperado: a principios del siglo XX, en las casas señoriales británicas ya existía un tipo de “libro de caras”.
Según un artículo publicado en 1902 en el The Western Exeter Times, los invitados de estos hogares dejaban un retrato dibujado y su firma en un volumen que quedaba en la biblioteca familiar. Era un juego social que buscaba exactamente lo mismo que las redes actuales: compartir la propia imagen, dejar huella y ser recordado.
Los dibujos, a menudo caricaturas improvisadas, provocaban risas entre los asistentes. Tal como recogía el periódico de la época: “Los peores dibujos suelen causar el entretenimiento más grande”. En algunos casos, incluso se contrataban caricaturistas profesionales para inmortalizar a los invitados con humor.

¿Qué nos enseña esta tradición?
- No era Facebook real: la red social digital solo nació en 2004. Lo que había en 1902 era una práctica analógica, sin cables ni wifi.
- El paralelismo es simbólico: igual que hoy subimos fotos a nuestro perfil, aquellos invitados dibujaban su cara en papel.
- La necesidad humana de conectar: tanto con lápiz como con píxeles, las personas buscamos dejar rastro y compartir quién somos.
Si reflexionamos...
Esta curiosidad nos recuerda que las ideas no aparecen de manera espontánea y aislada. Muchas innovaciones digitales tienen raíces en costumbres antiguas. Lo que antes era un libro de retratos, ahora es un muro virtual con fotos, comentarios y reacciones.
Para la juventud, es interesante ver como la tecnología transforma prácticas sociales que ya existían. Nos hace pensar en el futuro: ¿Cuáles de nuestras modas actuales serán recordadas de aquí a cien años como “curiosidades” que anticipaban nuevas formas de relación?







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